jueves, 21 de abril de 2016

YA QUEDA MENOS...SEMANA 26


Ya dos meses desde la última actualización...

Entre que hemos llevado un poco de lío y que no estaba muy inspirada lo he ido dejando. Lo que no he dejado es de leer cada semana la evolución del bebé.

Como os imaginaréis, mi barriga ya está cogiendo forma y Jaime también. 
Ah!, ¿¿que no os lo había contado...??parece ser que no le convencía mucho el nombre que le íbamos a poner y finalmente ha decidido ser NIÑO.
La verdad que estamos ENCANTADOS. Y, sí.... he tenido que devolver alguna que otra prenda de color rosita....

He de decir que las molestias varias tales como: náuseas y alguna otra que tuve ya han pasado. Y, tras un par de meses de no enterarme del renacuajo, ahora no hace más que dar guerra.
No pensaba yo que tan pronto. Desde poco antes de la semana 20 ya estaba notándolo.

Ahora han aparecido las famosas contracciones de Braxton Hicks. Supuestamente, son buenas y se aprecian entre 2 o 3 al día en función de lo avanzado que esté el embarazo.
En mi caso... son bastante seguidas pero bueno... de momento me lo tengo que tomar con calma y no estresarme ni hacer esfuerzos...relajarme.... vamos justo lo que no hago. No porque esté estresada, ni mucho menos. Tengo una vida muy tranquila gracias a Dios pero soy una maquineta y necesito llevar el control de TODO (me incumba o no), no me dejo ayudar, no se decir a mi hijo: cariño ahora mami no te puede coger… y una retahíla de cosas más… así que…de vez en cuando me da algún aviso el bebé.

El otro día el pediatra me riñó... y aun le decía: no no si yo no....no qué???? si soy una pesadaaaaaaaaaaaaa

Pero por muy pesada que sea, una madre nunca es suficientemente cansina y no se rinde. Hace un mes comenzó con un tic en los ojos acompañado de un carraspeo en la garganta.... En un principio parecía tic nervioso... a lo que yo me preguntaba: ¿qué tipo de estrés puede tener un niño de 3 años?
Le cogimos muestras de cacas por si tenía parásitos, hacíamos planes súper tranquilos y una rútina muy casera para no alterarle mucho.

Agobiada haciéndome sentir culpable: que si no habléis del bebé, que si celos... y ni estrés ni nada lo que tiene es un poco de inflamación en los ojos por alergia primaveral.
Así que, como es natural, el oftalmólogo nos ha mandado tratamiento.


Ahora tenemos una nueva manía (que ésta sí que no tiene que ver con la alergia) y es "meternos el dedo en la nariz".
Además, es que lo hace todo un acontecimiento. Lo saca, lo mira, lo saborea y finalmente, se lo come.
Y, cuando no es de su agrado el moco que ha sacado me dice: "mamá...”(mirándome enseñándome el dedo) y me lo da...


Hoy, y con motivo del día del libro que es el sábado, quería hablaros de un autor que he descubierto a través del cole de Adrián: Bruno Munari
No me llevo comisión ni nada no... Pero me ha llamado la atención porque el otro día nos pidieron que llevaran los nenes materiales tales como: papel de aluminio, tapones de corcho, un estropajo, lijas,etc; ya que están preparando una actividad para el Día del Libro y me pareció tan curioso que me puse a indagar.
Aquí os dejo una breve introducción acerca del autor y su método:


“¿Jugar con arte? ¿Pero, entenderán? ¿Tan pequeños, entenderán qué es el arte? Entender qué es el arte es una preocupación (inútil) del adulto.
Entender cómo se hace para realizarla en cambio es un interés auténtico del niño.”
(Alberto Munari)


Esta frase de Alberto Munari, hijo de Bruno Munari, atento y competente observador de las aportaciones innovadoras y pedagógicas del padre, contiene el principio del pensamiento y del método “in progress”, difundido por el artista en los últimos veinte años de su vida, experimentado en los laboratorios plurisensoriales que él ideó en todo el mundo y conocidos como laboratorios “Jugar con el arte”.

En la propuesta inicial del artista, el Método Bruno Munari consistía en promover, en el niño en edad escolar, la exploración activa de las varias técnicas de expresión y comunicación artística, no tanto con el fin de realizar una obra precisa sino de llegar a la conciencia directa de la multiplicidad y de la variedad de los medios expresivos propios de las diferentes formas de arte, incluidas las emergentes, liberándola de cualquier pre-concepto estético o de mercado.
“El arte es un hecho mental cuya realización física se puede confiar a cualquier medio”, escribía Bruno Munari en “Design y comunicación visual” (Laterza, 1968), empujando artistas, profesores y curiosos, a conocer las zonas inexploradas de las técnicas y de los materiales, siendo conscientes que se pueden experimentar técnicas pero no se puede enseñar el arte. “El arte está o no está.  El Método Bruno Munari, hoy en día, ha ido enriqueciéndose de una nueva visión crítica y perseguida por el hijo del artista Profesor Alberto Munari y por la mujer Profesora Donata Fabbri. La innovadora aportación consiste en promover, con la acción y experimentación activas, las acciones-juego enseñadas por Bruno Munari, una reflexión sobre su método y la condivisión de valores éticos que pertenecen a una precisa cultura del respeto de sí y de los demás, valores nutridos por la mayor conciencia que el proprio actuar deriva de un pensar menos condicionado, capaz de elegir, de “hacerse a sí mismo por su cuenta”.


Para finalizar, os pongo un video para aquellos que, o bien necesitan tener un ratito de relax  o simplemente, como a nosotros, les gusta escuchar música clásica. Adrián muchas veces me pide que le ponga, especialmente el típico sábado por la mañana que está él jugando con sus cosas y yo haciendo las tareas de casa.

En este video en concreto se escuchan obras de Mozart. Se habla del efecto Mozart en los bebés. Supongo que habréis oído hablar:

Los ritmos, las melodías y sobre todo las frecuencias de los patrones únicos en sus composiciones estimulan y potencian las regiones creativas y motivadoras del cerebro. Esta música, misteriosa produce un efecto dual que beneficia enormemente a los bebés: los relaja y los mantiene atentos al mismo tiempo, siendo este el mejor estado para el aprendizaje.
Además, se sabe que la música puede reflejar las emociones de los niños y que los ayuda a aprender a expresar lo que sienten. La música habla un lenguaje que los niños entienden instintivamente.

En cualquier caso, sea Mozart o quién queráis escuchar pero fomentar la música clásica os aseguro que es muy positivo para su desarrollo y para conseguir un ambiente de paz en algunos ratitos. 

Ya me vais contando vuestras opiniones muchos besos.